La importancia de la valoración nutricional en adultos mayores

A medida que pasan los años los requerimientos nutricionales deben cambiar en pos de una adultez saludable.

¿Qué es la valoración nutricional?

Una valoración nutricional es una evaluación general del estado nutricional de una persona, que se realiza mediante la medición y análisis de diversos parámetros relacionados con la ingesta y el uso de nutrientes.
La valoración nutricional puede incluir una evaluación de la composición corporal, la ingesta de alimentos, los hábitos alimentarios, la historia clínica y la historia nutricional de la persona, así como también la presencia de signos y síntomas de deficiencia o exceso de nutrientes.

La valoración nutricional adultos mayores es una guía para elaborar un plan de alimentación adecuado para mantener una buena salud y prevenir enfermedades.

Se utiliza para determinar si una persona tiene sobrepeso, obesidad o problemas de alimentación, y para planificar una intervención nutricional adecuada para mejorar la salud y el bienestar de la persona.

Alimentación en adultos mayores

Aquí te contamos algunos consejos generales para una dieta saludable para los adultos mayores:
Consumir una variedad de alimentos: es importante que los adultos mayores consuman una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios, como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables.

Controlar el tamaño de las porciones: los adultos mayores pueden tener una disminución del apetito y requerir menos calorías, por lo que es importante controlar el tamaño de las porciones y ajustar las porciones según sus necesidades.

Beber suficiente agua: los adultos mayores también tienen un mayor riesgo de deshidratación, por lo que es importante beber suficiente agua durante todo el día.

Limitar el consumo de alimentos procesados y azúcar: los adultos mayores deben limitar el consumo de alimentos procesados y azúcar añadido, ya que estos alimentos pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y la obesidad.

Consumir suficiente calcio y vitamina D: los adultos mayores tienen un mayor riesgo de osteoporosis, por lo que es importante consumir suficiente calcio y vitamina D para mantener los huesos saludables.

Consultar con un médico o dietista: si los adultos mayores tienen alguna condición médica o están tomando algún medicamento, es importante que consulten con un médico o dietista para asegurarse de que están siguiendo una dieta adecuada y segura para su salud.

En el caso de las mujeres adultas las necesidades nutricionales también cambian y los nutrientes en esta etapa pueden ayudar a reducir síntomas como:

Depresión, cambios de humor: Consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3, folato, vitamina D. Fuentes: semillas de lino, pescados grasos, cereales integrales, verduras de hoja verde, jugo de naranja, pescados grasos, productos lácteos enriquecidos.

Dolor e hinchazón en las mamas: Consumir alimentos ricos en vitamina E como almendras, semillas de lino.
Sofocos: Aumentar el consumo de calcio y practicar ejercicio físico moderado como gimnasia en el agua, yoga, caminatas, un excelente ejercicio por sus beneficios (seguro, fácil, gratuito), además de estar al alcance de la mayoría de las personas.

Para aquellos que tengan dificultades físicas en el centro de día para mayores de Alcobendas se organizan actividades terapéuticas como fisioterapia para ejercitar la movilidad y las articulaciones, tonificar miembros superiores e inferiores, ejercicios para el control postural y esquema corporal, etc., siempre con el acompañamiento de un fisioterapeuta y según las necesidades y limitaciones de cada paciente.

Consumir alimentos como: productos lácteos semidescremados, verduras de hoja verde, pescados grasos (salmón y sardinas).

Osteoporosis: Aumentar el consumo de vitamina D y calcio. Fuentes: pescados grasos, productos lácteos enriquecidos, productos lácteos bajos en grasas, verduras de hoja verde, semillas de sésamo, pescados grasos (salmón y sardinas).

Alimentación en la tercera edad

El cuidado de la nutrición es muy importante en la tercera edad, ya que es el camino hacia una adultez más sana y prolongada. La dieta debe ser completa, dado que los requerimientos alimentarios de las personas de edad avanzada son similares a los de los jóvenes, con excepción del valor calórico total que debe ser menor al disminuir la actividad física y el metabolismo basal (de 30 a 35 calorías por kilo de peso teórico). Debe estar integrada por un 50% de hidratos de carbono, un 25% de proteínas y un 5% de grasas.

Los alimentos que no deben faltar son:

  • Leche y productos lácteos: constituyen una excelente fuente de calcio, vitamina A, vitamina B2 y proteínas de alta calidad. Si es necesario restringir las grasas y las proteínas, se debe recurrir a la leche descremada.
  • Carnes y huevos: aportan proteínas, hierro, tiamina, vitamina B2, ácido nicotínico y vitamina A y D. Es conveniente que la ingesta de carne (ya sea vacuna, ave o pescado) sea de forma diaria. El consumo de
    El consumo de huevo debe limitarse si existen problemas de colesterol.
  • Cereales, pan, pastas y fideos: Aseguran un aporte importante de hierro, tiamina, vitamina B2 y vitamina B3.
    Verduras y frutas: son fuente de vitaminas.
  • Grasas y aceites: por su valor calórico elevado, deben limitarse en casos de obesidad. Es aconsejable optar por los aceites grasos poliinsaturados como el aceite de maíz, soja o de uva.
  • Alimentos saludables: Deben convertirse en una prioridad en la alimentación de adultos mayores.

La valoración nutricional en adultos mayores es esencial para mantener la salud y el bienestar de esta población vulnerable, y para prevenir o tratar la malnutrición y sus consecuencias negativas en la salud.